La verificación por terceros es un medio seguro -y a menudo obligatorio- de proteger a una empresa contra el fraude en las ventas. Y lo que es más importante, protege al usuario final de prácticas comerciales poco recomendables.
La forma tradicional en que las empresas llevan a cabo la verificación por terceros suele incluir a un agente de ventas, el usuario final y el verificador. Sin embargo, esta no es la única forma en que se pueden realizar las verificaciones.
¿Qué es la verificación por terceros?
Las empresas utilizan un concepto conocido como verificación por terceros para confirmar la información, la intención y la exactitud dentro de un acuerdo. Como su nombre indica, se recurre a una organización externa para que revise las condiciones con el cliente -y verifique su comprensión de las mismas-, de modo que el cliente sea plenamente consciente de lo que está firmando.
Tradicionalmente, las organizaciones realizan la verificación por terceros en un entorno presencial. El verificador de terceros se sienta con ambas partes y se asegura de que toda la información es relevante y precisa. Sin embargo, una herramienta conocida como Respuesta de voz interactiva (IVR) automatiza fácilmente el proceso.
¿Cómo ayuda la respuesta vocal interactiva?
No todos los acuerdos o contratos se firman en persona. Llega el IVR. La respuesta vocal interactiva, o IVR, es una tecnología que permite la interacción entre el ser humano y el ordenador. Por ejemplo, cuando alguien llama, lo hace a través de un sistema telefónico operado por ordenador en lugar de otro humano.
El IVR automatiza el proceso de llamadas y se programa fácilmente para atender la mayoría de las consultas. Con él, los agentes en directo o el personal interno pueden alejarse de los teléfonos durante ciertas horas. El IVR garantiza que sus clientes sigan siendo atendidos en todo momento, independientemente del personal.
En la verificación por terceros, el IVR permite que el proceso de verificación se desarrolle por teléfono. La IVR automatiza el proceso de llamada telefónica en el que una voz grabada formula preguntas específicas a la persona. A su vez, la persona responde con un simple "sí" o "no".
Si no responden "sí" o "no", pulsan números específicos en el teclado de marcación para avanzar en el proceso según las instrucciones. El TPV IVR recopila datos de forma similar a una verificación en persona sin la molestia de un agente en directo adicional.
4 razones por las que necesita IVR en TPV
La verificación por parte de un tercero asegura sus negociaciones y se espera que la tenga en muchos escenarios. Sin embargo, por qué no ir más allá, hacerla más segura y adaptarla a sus necesidades. Descubra por qué es importante contar con una TPV tanto IVR como presencial:
1. Reduce el personal
Cualquier tecnología que automatice sus procesos reduce las necesidades de personal. El IVR hace precisamente eso. Elimina la necesidad de un cuerpo adicional presente durante el proceso de negociación. Esto suele crear una verificación más fácil y fluida para el usuario final.
La contratación de personal en lugar de la tecnología puede ser costosa. El salario de una persona podría costarle más al año que un servicio de TPV IVR por sí solo. ¿Por qué gastar esa cantidad de dinero cuando hay una forma más fácil y rentable?
2. Libera a los agentes de ventas
Los agentes de ventas que ya tiene le agradecerán el tiempo extra. Sin tener que formar parte de un proceso de verificación, sus agentes de ventas se centran en lo que mejor saben hacer: vender sus productos y servicios a clientes potenciales.
Una vez que han terminado de presentar, la parte del agente ha terminado. Envía sus notas y sigue con su jornada. En este punto, entra en juego el paso del IVR, que guía al cliente a través de un proceso automatizado.
3. Más fácil de rastrear y registrar
En los escenarios típicos de verificación, los datos recogidos dependen del capricho del verificador. Por ello, siempre hay margen para el error humano. Por ejemplo, el verificador puede olvidarse de confirmar el conocimiento del cliente de un término o condición particular.
Cuando un verificador se olvida de un paso, la empresa corre peligro.
Un componente IVR garantiza que se den todos los pasos y se formulen todas las preguntas durante todas las verificaciones. También hace un seguimiento y registra las respuestas, guardándolas en su sistema para consultarlas posteriormente.
4. Simplifica el proceso para el usuario final
En muchos casos, para que se produzca la verificación por terceros, el cliente debe acudir a una oficina para reunirse con el representante de la empresa junto con el verificador. En otros casos, hay que mantener una llamada a tres bandas desde el domicilio del individuo con él mismo, un agente de ventas y el verificador.
Con IVR, no hay que programar nada y el usuario final ni siquiera tiene que salir de la comodidad de su casa. Todo puede hacerse por teléfono en un proceso rápido para todas las partes.
¿Quién puede darle las dos cosas?
La verificación por terceros es una herramienta imprescindible para todas las empresas que ofrecen acuerdos contractuales a sus clientes. Aunque se espera que sea estándar en la mayoría de los casos, no todos los proveedores te dan la opción de hacerlo tanto en persona como por IVR.
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